1ra. SEMIFINAL: LA MENTE: 5 – ZEN 7
Este partido tenía como antecedente que ZEN venía a ocupar la plaza de semifinalista dejada por Sayonara, ante la imposibilida de que los últimos disputaran el partido por una gira previamente acordada.
El partido fue vibrante y muy luchado desde el inicio. La Mente se presentaba sin su arquero titular (quería estar bronz y se fue a la yapla?). En Zen siempre atacaban 3, mientras que para el contraglope de La Mente quedaban solo Constantino y Joaquín.
Fue un partido abierto, con muchísimas situaciones de gol que se reflejaron en el marcador final. La Mente se adelantó con un gol madrugador de Constantino. Algunos pensaron que con este gol vendrían muchos más de La Mente, pero realmente sólo sirvió para despertar al “monstruo” llamado Zen. Porque inmediatamente después, entre Alec y Noel se encargaron de voltear el marcador y dejarlo 4 a 2. Luego vino una vibrante remontada de La Mente, donde Constantino volvió a hacerse presente en el marcador con un golazo. Luego Joaquín y Rafael Otero anotarían un gol cada uno para empatar el partido. Iba 4 a 4. Después de eso, nuevamente los Marambio movieron el marcador, anotando dos goles para ponerse 6 a 4.
En este punto del partido, los dos equipos estaban dejando todo en la cancha. La Mente se fue con todo para revertir el marcador, y tuvieron hasta tres claras situaciones de gol que no se concretaron por la divina providencia de los palos del arco. Una de esas situaciones, fue un jugadón de Constantino que se llevó a dos jugadores de Zen, enganchó la pelota y lanzó un balón con fuerza pero bien colocado que dejó a Jhovan inmóvil. Pero, para suerte suya, el balón se estrelló contra el parante superior. En otra jugada, casi inmediata, Constantino sacó un lateral hacia Joaquín, quien se mandó un clavado en palomita, pero su cabezaso también se estrelló en el parante.
Una jugada sin trascendencia se convirtió en un corner. La Mente se desconcentró, y el corver se convirtió en el gol: sacó Alec, cabezaso de Noel y gol nro. 7 de Zen.
El último gol de La Mente, otra vez fue un golazo de Constantino quien batió al arquero de Zen desde casi la media cancha. El marcador no se movería más, a pesar del esfuerzo que puso La Mente para emparejar el score.
Los muchachos de La Mente, se retiraron muy mortificados por el resultado final. Parecía un entierro. Constantino y Otero eran los más molestos, y dejaron La Diez sin pronunciar palabra alguna. Definitivamente, La Mente esperaba llegar a disputar la final del Interbandas.
Este partido tenía como antecedente que ZEN venía a ocupar la plaza de semifinalista dejada por Sayonara, ante la imposibilida de que los últimos disputaran el partido por una gira previamente acordada.
El partido fue vibrante y muy luchado desde el inicio. La Mente se presentaba sin su arquero titular (quería estar bronz y se fue a la yapla?). En Zen siempre atacaban 3, mientras que para el contraglope de La Mente quedaban solo Constantino y Joaquín.
Fue un partido abierto, con muchísimas situaciones de gol que se reflejaron en el marcador final. La Mente se adelantó con un gol madrugador de Constantino. Algunos pensaron que con este gol vendrían muchos más de La Mente, pero realmente sólo sirvió para despertar al “monstruo” llamado Zen. Porque inmediatamente después, entre Alec y Noel se encargaron de voltear el marcador y dejarlo 4 a 2. Luego vino una vibrante remontada de La Mente, donde Constantino volvió a hacerse presente en el marcador con un golazo. Luego Joaquín y Rafael Otero anotarían un gol cada uno para empatar el partido. Iba 4 a 4. Después de eso, nuevamente los Marambio movieron el marcador, anotando dos goles para ponerse 6 a 4.
En este punto del partido, los dos equipos estaban dejando todo en la cancha. La Mente se fue con todo para revertir el marcador, y tuvieron hasta tres claras situaciones de gol que no se concretaron por la divina providencia de los palos del arco. Una de esas situaciones, fue un jugadón de Constantino que se llevó a dos jugadores de Zen, enganchó la pelota y lanzó un balón con fuerza pero bien colocado que dejó a Jhovan inmóvil. Pero, para suerte suya, el balón se estrelló contra el parante superior. En otra jugada, casi inmediata, Constantino sacó un lateral hacia Joaquín, quien se mandó un clavado en palomita, pero su cabezaso también se estrelló en el parante.
Una jugada sin trascendencia se convirtió en un corner. La Mente se desconcentró, y el corver se convirtió en el gol: sacó Alec, cabezaso de Noel y gol nro. 7 de Zen.
El último gol de La Mente, otra vez fue un golazo de Constantino quien batió al arquero de Zen desde casi la media cancha. El marcador no se movería más, a pesar del esfuerzo que puso La Mente para emparejar el score.
Los muchachos de La Mente, se retiraron muy mortificados por el resultado final. Parecía un entierro. Constantino y Otero eran los más molestos, y dejaron La Diez sin pronunciar palabra alguna. Definitivamente, La Mente esperaba llegar a disputar la final del Interbandas.
2da. SEMIFINAL: TERREVIENTO: (2) 4 – MASACRE: (2) 2
Parecía el nombre de una película de terror: Terreviento versus Masacre (Que salgaaaa Jaisoooon).
En realidad se trataba de la segunda semifinal del Interbandas que definiría al otro finalista del campeonato.
Parecía el nombre de una película de terror: Terreviento versus Masacre (Que salgaaaa Jaisoooon).
En realidad se trataba de la segunda semifinal del Interbandas que definiría al otro finalista del campeonato.
Anteriormente comentamos que Terreviento y Masacre ya se habían enfrentado en dos partidos de entrenamiento previos al inicio del campeonato, con resultado favorable para cada equipo. O sea, se conocían algo. Ya sabían quién hacía qué, y se esperaba un partido muy disputado.
Para este partido, sorprendentemente, Masacre no presentó a ninguna de sus mega-contrataciones que reforzaron el equipo: Chaveta, Carlos Augusto Chávez ni Philippe Grumba (Qué opasó???). Los 5 Masacre que ejemplarmente alinearon el equipo fueron los músicos de la banda más su arquero Chemito (único refuerzo). Y eso, teniendo en cuenta que Coqui Tramontana lucía una venda en la pierna, que evidenciaba una lesión (los mal hablados decían que era finta para que no lo patearan).
Fue un partido parejo desde el inicio, pero hacia la mitad del primer tiempo hubo una ligera ventaja para Terreviento, que no supieron concretar en el marcador. Chemito tapó de todo. El único gol de la primera mitad comenzó en una salida dominada de Cachete desde su área. Cachete se la pasa a Giancarlo en el medio campo: éste que se lleva a Jaqo (afortunadamenta para él, evadió la tacleada Sangalli) y le da a Rubens un pase que lo deja solo frente a Chemito, arquero de Masacre. Rubens sólo tuvo que enganchar, llevarse a Chemito que se la jugó saliendo, y la colocó adentro. 1 a cero para Terreviento.
De ahí, Terreviento tuvo algunas otras ocasiones para convertir, pero como dijimos antes, Chemito tapó todo.
El segundo tiempo tuvo 6 minutos de intrascendencia hasta que Pitufo, arquero de Terreviento sacó en su propia área para Sabana, quien no dio ni dos pasos y mandó un súper disparo de unos cuchucientos metros, que sorprendió a Chemito un tanto adelantado y lo colgó. Golazo para Terreviento. 2 a cero.
Después de este gol, despertó el mounstro. No el mounstro de computación, sino el "Eddie" que cada Masacre lleva dentro. Los melenudos sacaron fuerzas de algún lugar (de qué lugar?), y comenzaron a dominar el partido a fuerza de garra. Así de tanto insistir, Coqui Masacre ejecuta un corner que se le escapa de las manos al arquero de Terreviento, la pelota que da un rebote raro y Miguel Tuesta aprovecha para dar un súper salto de... 8 centímetros y meterla de cabeza. Era el 2 a 1.
No pasaron ni 2 minutos y se formó un contragolpe mortaaaaaal de pases en primera (léase la "contragolpe mortal" con voz gutural a lo metal) . Chemito para Capi, Capi para Miguel, Miguel para Adrián, Adrián que se la pasa a Coqui, Coqui que se la devuelte y Adrián saca un magistral disparo rasante que vence al arquero de Terreviento. Era el empate. Era el 2 a 2.
Luego fueron 10 minutos de idas y venidas, contragolpe tras contragolpe para definir el partido. La más clara ocasión desperdiciada por Terreviento, en los pies de Rubens, que llegó al arco de Masacre a paso gallardo de César Cueto, y definió como Waldir Sáenz. Qué no le gritaron.
Para este partido, sorprendentemente, Masacre no presentó a ninguna de sus mega-contrataciones que reforzaron el equipo: Chaveta, Carlos Augusto Chávez ni Philippe Grumba (Qué opasó???). Los 5 Masacre que ejemplarmente alinearon el equipo fueron los músicos de la banda más su arquero Chemito (único refuerzo). Y eso, teniendo en cuenta que Coqui Tramontana lucía una venda en la pierna, que evidenciaba una lesión (los mal hablados decían que era finta para que no lo patearan).
Fue un partido parejo desde el inicio, pero hacia la mitad del primer tiempo hubo una ligera ventaja para Terreviento, que no supieron concretar en el marcador. Chemito tapó de todo. El único gol de la primera mitad comenzó en una salida dominada de Cachete desde su área. Cachete se la pasa a Giancarlo en el medio campo: éste que se lleva a Jaqo (afortunadamenta para él, evadió la tacleada Sangalli) y le da a Rubens un pase que lo deja solo frente a Chemito, arquero de Masacre. Rubens sólo tuvo que enganchar, llevarse a Chemito que se la jugó saliendo, y la colocó adentro. 1 a cero para Terreviento.
De ahí, Terreviento tuvo algunas otras ocasiones para convertir, pero como dijimos antes, Chemito tapó todo.
El segundo tiempo tuvo 6 minutos de intrascendencia hasta que Pitufo, arquero de Terreviento sacó en su propia área para Sabana, quien no dio ni dos pasos y mandó un súper disparo de unos cuchucientos metros, que sorprendió a Chemito un tanto adelantado y lo colgó. Golazo para Terreviento. 2 a cero.
Después de este gol, despertó el mounstro. No el mounstro de computación, sino el "Eddie" que cada Masacre lleva dentro. Los melenudos sacaron fuerzas de algún lugar (de qué lugar?), y comenzaron a dominar el partido a fuerza de garra. Así de tanto insistir, Coqui Masacre ejecuta un corner que se le escapa de las manos al arquero de Terreviento, la pelota que da un rebote raro y Miguel Tuesta aprovecha para dar un súper salto de... 8 centímetros y meterla de cabeza. Era el 2 a 1.
No pasaron ni 2 minutos y se formó un contragolpe mortaaaaaal de pases en primera (léase la "contragolpe mortal" con voz gutural a lo metal) . Chemito para Capi, Capi para Miguel, Miguel para Adrián, Adrián que se la pasa a Coqui, Coqui que se la devuelte y Adrián saca un magistral disparo rasante que vence al arquero de Terreviento. Era el empate. Era el 2 a 2.
Luego fueron 10 minutos de idas y venidas, contragolpe tras contragolpe para definir el partido. La más clara ocasión desperdiciada por Terreviento, en los pies de Rubens, que llegó al arco de Masacre a paso gallardo de César Cueto, y definió como Waldir Sáenz. Qué no le gritaron.
Terminó el partido en el tiempo regular y así se fueron a los penales: la primera definición por penales del Interbandas 2008.
La tensión se sentía en la cancha "La Diez". Todos se miraban en silencio como preguntándose “¿quién va a patear?”. "Yo nica", dijo más de un arrugador.
Comenzó Masacre, con Miguel Tuesta, quien tomó vuelo como Roberto Carlos en tiro libre, y estrelló el balón el el poste, y la pelota que se fue a las nubes (casi lesiona a un gallinazo).
Luego Terreviento, con Cachete, que mandó un cañonazo imparable. Era el 0 a 1.
Nuevamente Masacre, con Adrían, disparo colocado. Golazo. 1 a 1
Terreviento con Sabana, cañonazo al centro, como los buenos. 1 a 2.
Luego Chemo por Masacre, cañonazo y pa’ dentro. 2 a 2.
Siguió el Brujo, quien colocó el balón en el ángulo superior derecho, recordando sus viejos tiempos como "calichín" de Defensor Lima. Definió como "pichanguín" que es. Inatajable. 2 a 3 para Terreviento.
Luego Coqui, aún con una cojera notoria, tuvo los huevos para patear el siguiente penal. Tambores de suspenso... Y lo falló! (Se notó que le dolío… en el alma y en el pie). Sigue 2 a 3
Así como iban las cosas, a Terreviento le bastaba convertir su penal para clasificar. Masacre esperaba el milagro de dos fallas consecutivas.
La tensión se sentía en la cancha "La Diez". Todos se miraban en silencio como preguntándose “¿quién va a patear?”. "Yo nica", dijo más de un arrugador.
Comenzó Masacre, con Miguel Tuesta, quien tomó vuelo como Roberto Carlos en tiro libre, y estrelló el balón el el poste, y la pelota que se fue a las nubes (casi lesiona a un gallinazo).
Luego Terreviento, con Cachete, que mandó un cañonazo imparable. Era el 0 a 1.
Nuevamente Masacre, con Adrían, disparo colocado. Golazo. 1 a 1
Terreviento con Sabana, cañonazo al centro, como los buenos. 1 a 2.
Luego Chemo por Masacre, cañonazo y pa’ dentro. 2 a 2.
Siguió el Brujo, quien colocó el balón en el ángulo superior derecho, recordando sus viejos tiempos como "calichín" de Defensor Lima. Definió como "pichanguín" que es. Inatajable. 2 a 3 para Terreviento.
Luego Coqui, aún con una cojera notoria, tuvo los huevos para patear el siguiente penal. Tambores de suspenso... Y lo falló! (Se notó que le dolío… en el alma y en el pie). Sigue 2 a 3
Así como iban las cosas, a Terreviento le bastaba convertir su penal para clasificar. Masacre esperaba el milagro de dos fallas consecutivas.
La clasificación estaba en los chimpunes de Rubens, quien no arriesgó nada y mandó un tremendo cañonazo, inatajable para Chemito.
Gritos por allí, lamento por allá. Al final, un saludo mutuo de respeto y felicitación. Es el "fair play" señores.
Así, Terreviento clasificó a la gran final del Interbandas.
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